jueves, 27 de septiembre de 2007

No sé de dónde saco esta tremenda capacidad. Es que descubrí que soy muy diestra en esto de la tortura (pero la dirigida a uno mismo). Pues bueno, aparte de dejarme por el suelo en mi propio blog, comerme las uñas casi sin razón, autoinducirme alucinaciones que tienen que ver con bocas ajenas, comer cosas abundantes en azúcar, avivarme la paranoia generalizada, y fijarme justo en los individuos más inaccesibles (U), ahora suelo autoanalizarme, realizar comparaciones, buscarme los defectos, fabricar perfiles… y cosas por el estilo.
Sabe a qué maldita y dolorosa conclusión llegué?
A que talvez no soyuna persona amable. Tengo serias sospechas sobre si lo soy. Y no me refiero a mi “amabilidad” propiamente tal, sino a la posibilidad de experimentar esa extraña situación... (ud sabe, lector…) entre dos personas?, ese cariño recíproco, la complicidad? interés mutuo? (No sé, de algo así creo que se trataba.)
No, pero hablando casi-en serio. Qué sucede conmigo? Dígame, me vio alguna vez una marca en la frente? Algún cartel en la espalda? Se me pasó la mano alguna vez con el Repelex. Talvez hay en mí algún modo que es profundamente repugnante.
Me cansé.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también estoy profundamente cansado, hermanita....

C'est la vie.... ._.

Anónimo dijo...

o si, yo te vi un cartel en la espalda ... y la marca en la frente y también vi eso profundamente grotesco

¬¬ te volviste loca?