jueves, 9 de abril de 2009

sí, superficial...

pero todo eso se evapora si cierro los ojos.

Y ahora es tan fácil…
puedo limitarme a escuchar tu voz (que se posa tibia en cada superficie),a desear que te acerques a mí… o imaginar que no es sólo tu voz la que se desliza, sino tus manos tenues… tu mismísima boca; que me toca, que se mueve cerca de mis oídos, o me envuelve el pelo...y se lía muy suave en mi cuello.


Si me arriesgo… podría incluso aspirarte, para que te quedes aquí (muy dentro, muy dentro) algo más…


pero espiro, y abro los ojos.

Vuelvo a mirarte.

Entrelazo los dedos con fuerza.

Disimulo.